En Ameghino, Atlético recibió al ascendente Juventud Unida en el partido más importante de la fecha. Es que los de Banderaló llegaban con la misión de ganar para quedar en el lote de los de arriba e Ingeniero White también esperaba un traspié del local para no perder el tren.
Atlético debió sufrir y llegar al tiempo de descuento para superar a un duro rival que siempre lo incomodó y, por momentos, le jugó de igual a igual y se generó sus chances para ganar el partido. Arrancó como siempre el conjunto de Daniel Balmaceda: prolijo para trasladar el balón, abrió la cancha con los laterales, buscó a Jesús Díaz por el medio y no abusó del pelotazo. Le faltó precisión para conectar a los delanteros, con Raúl Gómez que se estacionó por izquierda y trató de ser la opción más clara y con Flavio Romero que buscó asociarse siempre. Pero la pelota no llegaba limpia y el partido entró en una meseta, con mucho reparto de pelota y escasas situaciones de peligro. En Juventud Unida, el eterno Pablo Rosieri se hizo dueño de su equipo, la pidió siempre, la jugó limpia, gambeteó, preocupó y dio indicaciones a todos. Fue un problema sin solución para el fondo Naranja.
En ese trámite anodino estaban hasta Atlético despertó: llegó un cabezazo de anticipo apenas desviado de Gómez y una triangulación entre el propio Gómez, Sebastián Santos y Romero que no llegó a ser definida por el goleador. El reloj marcaba 32 minutos: había pasado demasiado tiempo para que se concretara la primera opción de peligro en un equipo que tiene una media de 4 goles por partido.
Cuando llegaba el final del primer tiempo, un pelotazo cruzado de Roberto Palacio encontró por izquierda a Gómez que la paró sobre la línea y sin mirar giró y metió un centro para la llegada de Santos. Empujón en el área chica al enganche Naranja y penal. Romero se paró frente al balón y la tocó al palo izquierdo, pero una gran reacción de Heber Cortina le permitió al joven arquero desviar la pelota al córner.
En el inicio del segundo tiempo ingresó Leonardo González para darle explosión al equipo y sacudir la modorra general, salió un volante, Germán Gallardo, Gómez se corrió a la derecha y bajó unos metros. Y parecieron acertados los cambios, a los 4 minutos Gómez se fue por su sector, vio a Romero entrando por el centro y su pase le quedó al goleador, luego de un rebote en su mano; Romero esta vez no perdonó: la cruzó al palo derecho y a festejar.
Pareció que se se abría el partido. Juventud, prolijo para la marca y la contra, debería salir y el local podría aprovechar los espacios. Pero fue un espejismo, un par de minutos donde González comandó las acciones a pura velocidad y gambeta hasta que, inexplicablemente, el Naranja se tiró atrás. Y aprovechó la visita para adelantarse: con Rosieri como eje y las subidas del lateral Diego Mangini más la velocidad de Nicolás Díaz, comenzó a acercarse e hizo méritos para el empate. Empate que llegó a los 16 minutos: avivada de Rosieri para conseguir una falta, centro pasado y la llegada en solitario de Luciano Grita para el cabezazo goleador.
Empezó otro partido, Balmaceda mandó a la cancha a Luis Papay y sacó a un defensor: el esquema táctico pasó a tener tres atrás y superpoblación ofensiva. Díaz presionó bien arriba y Juventud se atrincheró a esperar su momento, pero el Naranja no encontró las sociedades, equivocó los caminos y se desprotegió en el fondo.
El partido se hizo de ida y vuelta, había nervios en el local y tensión en la visita, sin llegadas claras pero sí la sensación que algo podía pasar. Lo perdió Romero con una sutileza que se fue pegada al palo y lo tuvo Juventud en una contra de Jesús Avalos que cruzó el arco. Cortina bajó la persiana de su arco y, con el correr de los minutos, todo Atlético entró en modo pánico, González comandó los ataques pero no le quedaba una para el disparo franco al arco. Hasta que, en tiempo de descuento, el propio González la llevó por el centro una vez más, encontró el espacio y su remate venció la resistencia del cerrojo banderolense para el 2 a 1 final.
Ahí sí, desahogo para los Naranjas y bronca para la visita que vio como se le escapó un empate que parecía seguro.
Atlético conocía de la victoria del puntero Santa Rita que se recuperó de la derrota del domingo pasado y no tenía margen, por ello el festejo del equipo y los hinchas en un partido difícil y por momentos deslucido.
El domingo los de Balmaceda viajan a Charlone y esperan que el Lobo de Piedritas resigne algún punto en el clásico ante Cosmopolita, faltan cuatro partidos y ambos parecen encaminarse a una lucha cabeza a cabeza.
Síntesis:
Juan Eliceche
Espacio Naranja
Prensa Club Atlético Ameghino