EL CLÁSICO DE AMEGHINO FUE PARA EL NARANJA

El último clásico del año encontró a los ameghinenses enfrascados en la discusión acerca de la importancia del mismo. Desde hace varias fechas Sarmiento, ya eliminado del decagonal, no jugaba por nada en especial. Solo por terminar el campeonato de la mejor manera. Atlético, clasificado para la final del torneo desde la fecha pasada, debía cuidar jugadores y no exponerse a sanciones o lesiones.

«Se juega por el honor», se escuchaba, o «por la camiseta», agregaban otros. La realidad marcó lo que muchos esperaban, un partido chato, jugado con tranquilidad, sin pierna fuerte ni abusos. Con Atlético llevando el peso del partido y la visita esperando para salir de contra. Los 43 puntos que los separaban al inicio de partido, si tomamos la tabla general del año, no se vieron reflejados en el desarrollo.

El local, con varias ausencias por sanciones, salió como siempre. Ordenado, prolijo y con paciencia para llegar. Pero la imprecisión fue una constante y el último pase no llegó limpio a destino. Raúl Gómez intentó por derecha y Sebastián Santos por el medio. Julián Sallaber suplantó sin dificultad a Jesús Díaz, unos de los suspendidos, y ganó la media cancha. Pero la conexión con los atacantes no llegó en la manera esperada.

Sarmiento ofreció un embudo hacia el que iban los de naranja. Allí se hizo más fácil para los centrales. Y cuando pudo se aproximó con remates desde lejos. A los 13 minutos Hernán Franco hizo revolcar a Adrián Azcona en un tiro libre que se metía junto a un palo. Y a los 38 Juan Garnica estrelló una media vuelta en el travesaño luego de aparecer solo en medio del área.

Sarmiento ya no preocupó y el viento cobró protagonismo. El pelotazo largo no pareció la mejor opción, pero lo intentaron por esa vía los dos.

Allí dispuso Daniel Balmaceda la entrada de Luis Papay. Y le salió bien, el Chapu comenzó a bajar la pelota, la puso contra el piso y habilitó a sus compañeros. Atlético lo encerró y generó situaciones. Pero fue Papay el que abrió el marcador. A los 37 minutos aprovechó su pegada y el viento cruzado para clavar la pelota al segundo palo de Ignacio Lazaletta. Gol olímpico, golazo que todos festejaron con el protagonista. Y un ratito después, Gómez de tiro libre estableció el 2 a 0 final.

Ahora, Atlético deberá esperar al miércoles 30 para conocer a su rival. Es que en la zona 2, Atlético Villegas y Santa Rita ganaron sus compromisos y jugarán el pase a la final en un partido de desempate en cancha neutral.

Se  fue tranquilo el Naranja, sin expulsados ni lesionados. Ganó tres de los cuatro clásicos del año y se prepara para las finales.

Para los amantes de los números, Atlético terminó primero en la tabla general del año con 87  puntos de 108. Producto de 27 ganados, seis empatados y tres perdidos. 80,5 % de los puntos ganados, 94 goles a favor y 26 en contra. Le sacó seis a Santa Rita y 30 a Atlético Villegas.

Como siempre, deberá demostrar en las finales semejante campaña. Es lo que hace al fútbol tan apasionante.