EMPATE CALIENTE ENTRE LOS ATLÉTICO

El Naranja llegó a Villegas para medirse con su homónimo. El Atlético conducido por Hugo Déboli lo esperó en su casa para continuar la remontada en el Apertura luego de un flojo comienzo. La visita, precedida por grandes goleadas, tenía como misión no resignar puntos para intentar darle caza al implacable Santa Rita.

El promocionado choque de estilos se diluyó rápidamente luego de la gran polémica que condicionó a los de Ameghino; es que, a los 18 minutos de un primer tiempo en el que dominaba, los dirigidos por Daniel Balmaceda llegaron al gol en una gran jugada que duró 10 segundos: nació en un saque con la mano de Adrián Azcona para Ignacio Sinegub, el volante la tocó para Raúl Gómez que se escapó en diagonal y alargó para Sebastián Santos, quien llegó desde atrás y habilitado para empujarla a la red. El árbitro dio el gol pero su asistente levantó la bandera y la bajó, se dieron un par de charlas entre los dos y, mientras los de Ameghino festejaban, el juez marcó posición adelantada. Allí se produjo la protesta de la visita, que se llevó dos amonestados y perdió tranquilidad. La tranquilidad para jugar con la que inició el encuentro, con la fórmula de salir jugando, con la precisión y velocidad en dosis justas, con laterales que se suman y abren los espacios y los medios que se juntan para explotar las virtudes de los delanteros.

El Naranja debió reemplazar a tres de sus titulares de arranque y se notó en el global, no pudo encontrar el volante por derecha que supliera a Alejandro Bottega, lesionado en el calentamiento, y tampoco estuvo uno de los mejores jugadores de la liga, Leonardo González.

A ese arranque dominador y claro, con una chance que desperdició Flavio Romero llegando solo por el medio, siguieron tramos de tensión y nerviosismo y la visita se llenó de amonestados. Intentó siempre y tuvo otra chance clarísima a los 38 minutos cuando Santos llegó a cabecear débil un centro de Gómez que despejó el arquero Juan Cruz Francucci.

El local trató de presionar la salida y adelantó por momentos un defensor pasando de un 4-4-2 a un 3-3-2-2, con la peligrosidad de Nicolás Nievas que se estacionó por izquierda para hacer valer su habilidad. Tuvo su chance recién a los 30 minutos con un cabezazo cruzado que se perdió afuera y no mucho más.

En el segundo tiempo, todo varió, pero para peor. El Naranja siguió encerrado en el reclamo y el nerviosismo y se olvidó de jugar, hubo pelotazos en grandes dosis y asociaciones en grajeas: lo individual le ganó a lo colectivo. Fueron 15 minutos donde el local apostó al contragolpe y desperdició dos chances para gritar gol: a los 9 y a los 10 minutos, primero Nicolás Nievas de cabeza y luego Nahuel Delgado con un remate cruzado dilapidaron sus chances.

En medio de esa lucha y con el juego muy cortado, los de Villegas comenzaron a recibir amarillas y sintieron el esfuerzo físico, en ese aspecto le ganó el Naranja. El equipo de Balmaceda, más entero y con resto se fue encima de su rival y tuvo, en los pies de Romero, las más claras para adelantarse en el marcador. Pero el goleador no está fino y ambas se le fueron cerca de los postes del muy seguro Francucci.

Y se fue el partido, envuelto en esa polémica que empañó todo, con los jugadores de la visita a puro reclamo y con los locales festejando el empate que asegura un punto para sumar y arrancar de una vez. ¿El choque de estilos? Quedó para la próxima, cuando los jugadores sean protagonistas y la terna arbitral pase inadvertida.

Al final de la tarde, el invicto Santa Rita perdió a domicilio a manos de Ingeniero White y permitió a varios acercarse, ahora el Naranja lo escolta a un punto y los Rojos de Banderaló más Juventud Unida están a tres unidades con 15 por jugarse.