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JUANA FERNÁNDEZ: «SIEMPRE SOÑÉ CON ESTO»

La joven jugadora de hockey oriunda de Carlos Tejedor, que dio sus primeros pasos en Huracán y que actualmente defiende los colores de River Plate, dialogó con Fútbol del Oeste sobre sus inicios, las pruebas en Buenos Aires antes de pasar definitivamente al «millonario», su adaptación a la ciudad, la institución a la cual está ligada, y le dejó un mensaje a las chicas que recién comienzan en este deporte.

¿Cómo y cuándo arrancaste con el hockey?

Yo vivo en frente a la cancha de Huracán, pero jugaba al tenis desde los 4 años, ni sabía que existía al hockey. Un día, cuando tenía 7 más o menos, ví que estaban dando clases de hockey y quise empezar. Al principio la ‘profe’ no me dejó porque eran chicas mucho más grande que yo, entonces nos fuimos sumando más chicas de mi edad y arrancamos. Al poco tiempo la profesora quedó embarazada y parecía que se terminaba el hockey en el club, hasta que llegó Sebastián Del Valle, y desde entonces siempre jugué ahí.
La realidad es que apenas empecé con el tenis soñaba con ser como Sharapova, después me fui enganchando con este otro deporte, y con el «boom» de Las Leonas terminé de fanatizarme.

¿Qué recordás de tus inicios en el hockey?

Cuando empezamos éramos re pocas, aunque hay que destacar que le poníamos muchas ganas, y ‘Seba’ nos ayudó mucho, hizo un trabajo tremendo con el deporte de Tejedor.
Me acuerdo que usábamos camisetas que nos quedaban enormes, jugábamos en Pehuajó nada más, y las canchas no eran de las mejores, pero la pasábamos muy bien.
Con el tiempo fue creciendo el número de jugadoras, aunque los sábados algunas jugábamos en dos categorías porque no completábamos. Más allá de eso, el ambiente siempre fue muy lindo.
Lo mejor eran las giras que hicimos en Tandil, porque además de pasarla bomba, teníamos el plus de ir a jugar a canchas de sintético, cosa que se nos pasaba una vez por año.

Te tocó integrar algunas selecciones de la región. ¿Qué podés contar de aquellas experiencias?

Sí, tuve la suerte de poder jugar en la Sub 14 y la Sub 16 de la Liga, que en ese entonces no estaba asociada a la Confederación Argentina de Hockey, pero igualmente teníamos un buen nivel.
Recuerdo que cuando daban la lista de convocadas estábamos todas muy nerviosas, porque siempre tenés la ilusión de estar en cualquier tipo de seleccionado, y querés aprovecharlo y disfrutarlo. Además, siempre se daba que íbamos varias de Huracán, eso hacía que el disfrute de las cosas fuese mayor. A veces le avisaban a Sebastián, y otras veces nos mandaban mails para avisarnos, entrenábamos una vez por mes, e hicimos viajes a La Pampa a jugar algunos partidos.

¿Cómo se dio tu pase a River?

Empezó en el 2010, con todo el «boom» de Las Leonas, porque habían ganado el Mundial en Rosario. Con cosas así una se fanatiza más todavía, y ves en los clubes que juegan las que están en la selección y tenés el sueño de ir a alguno de esos equipos. Estando en el interior, una no está acostumbrada a ver jugadoras de ese nivel, o a entrenar en sintético, y son pequeñas cosas que hoy las valoro porque justamente antes no las tenía y yo siempre soñé con esto.
Fue por ese fanatismo que empezó a crecer en mí y en varias chicas, que junto con dos compañeras nos probamos en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (G.E.B.A.), y las tres pasamos la primera instancia. Para la segunda prueba yo no estaba tan motivada porque tenía en la mente que quería ir a River porque soy fanática del club desde chica, y además estaba «Cachito» Vigíl de técnico, así que ellas dos se quedaron en G.E.B.A. y yo no. A los seis meses me probé en River y quedé en sexta, en ese momento seguía viviendo en Tejedor. Al año siguiente no quise venirme a vivir a Buenos Aires porque era muy chica, así que jugué en proyección: entrenaba en el pueblo lunes y martes, y viajaba para entrenarme el jueves con mis compañeras, me quedaba hasta el domingo que jugábamos, y después del partido volvía a mi casa. Es más, si tenía fecha con Huracán, me quedaba a jugar los sábados y viajaba a la noche a Buenos Aires para estar el domingo en River.
En el 2014 surgió la necesidad de venir a vivir a Capital Federal porque pasaba a la 5ª, y si quería jugar en 5ª «A» tenía que estar acá. Aparte no quería viajar más, el año anterior había sido muy cansador para mí y mi familia, no quería seguir haciendo eso, así que tuve que elegir si mudarme o seguir jugando solamente en Huracán y opté por venir a Buenos Aires.

¿Te costó tomar la decisión?

Y… Fue difícil. Más que nada me costó porque significaba perderme los últimos dos años del secundario con mis compañeros de toda la vida, eso era lo que más me dolía. Además, pasé de ver a mis amigas todos los días a verlas cada tanto, igual que a mi familia.
Igualmente, una vez que estuve acá y conocí a River por dentro, teniendo la oportunidad de jugármela, lo llevé bien al tema de la adaptación. Tuve muchísima contención por parte del club, de los entrenadores, y de los padres de mis compañeras; me encontré con un buen grupo, tanto en hockey como en el colegio. Creo que sin la contención de toda esa gente, y de las personas que desde Tejedor me decían que le meta para adelante, no sé si hubiera tomado la decisión que tomé.

¿Qué diferencia notás entre el hockey de River y el de Huracán?

La cancha es una de las grandes diferencias, acá jugamos y competimos todos los sábados en sintético, y en Tejedor todavía está el pasto natural o la tierra. En cuanto a la competencia, por lo que es el Metropolitano, que es un torneo muy importante, se compite todos los fines de semana, en cambio allá el calendario es más irregular.
Acá se entrena mucho las cosas tácticas y técnicas porque la cancha te lo permite, eso hace que los entrenamientos sean más exigentes.
Fuera de eso, tanto en el pueblo como en Buenos Aires se entrena fuerte, con mucho esfuerzo, pasión y amor por el deporte, eso es igual en todos lados.

Te toca compartir club con jugadoras reconocidas. ¿Cómo se lleva eso?

Cuando recién había llegado y me cruzaba con alguna «leona» me moría por una foto, porque para mí no era algo común ver a esas jugadoras, y acá ya lo tienen asimilado. De a poco me fui acostumbrando, aunque a veces me pasa de querer pedir una foto o un autógrafo, pero trato de disimularlo.

¿Cómo te manejás en Buenos Aires entre el colegio y el hockey?

A veces es medio difícil. Me levanto a las 6:30, entro al colegio 7:30 y salgo a las 14:00 o 15:00 dependiendo de los días, y a las 16:45 ya estoy yendo a entrenar. Parece que tenés mucho tiempo entre medio de cada actividad, pero acá todo te lleva un rato más que en el pueblo, y eso cuesta. Gracias a Dios somos varias las chicas que vivimos cerca, entonces los padres me llevan y me traen, eso es una gran ayuda, porque si no tendría que salir mucho antes de casa, ya que el viaje en colectivo no es de menos de una hora. Con el colegio a veces se complica porque queda poco tiempo para estudiar o hacer las cosas, porque llego a casa a las 21:00, cansada, me tengo que poner a hacer las cosas para el otro día, y muchas ganas no me dan. Así que a veces termino durmiendo menos para hacer las cosas temprano.

¿Qué podés decir de River Plate?

Que es enorme, como una ciudad en la que nos conocemos todos. Hay muy buen clima dentro del club, más allá de que el anexo de hockey no está en el «Monumental», te vas relacionando con la gente de la institución. Lo más rescatable es la contención: si tenés un problema, o lo que sea, los entrenadores lo perciben y te hablan, o están ahí para escucharte y aconsejarte. Además, en el caso del hockey, las chicas de primera están lejos de ser indiferentes con las más chicas, al contrario, tienen la mejor onda con todas las jugadoras, y eso está bueno.

¿Desde tu lugar, qué le podés decir a las chicas que sueñan con jugar en un club importante como es tu caso?

Que no dejen de intentarlo, hay muchos clubes grandes en el hockey. Tampoco hay que quemar etapas en la vida por esto, yo no las quemé porque tuve mucha suerte con las persona que fui encontrando en mi camino, pero no hay que olvidarse que en la Argentina el hockey es amateur, a ninguna jugadora le pagan por jugar, y ninguna vive de este deporte. Si tienen la oportunidad de dar el salto, piénsenlo y analicen todo antes de tomar una decisión, y tengan en cuenta que siempre van a tener que estudiar y entrenar. Obviamente que si tienen la chance y el apoyo, les digo que aprovechen la ocasión.

Por último, Juanita le agradeció «a toda la gente que me ayudó y apoyó durante todo este tiempo, que gracias a Dios son muchos los que siempre estuvieron y siguen estando a mi lado: a las chicas de Huracán, al ‘profe’ Sebastián Del Valle, preparadores físicos, mis amigas, compañeras de colegio, entrenadores, mis compañeras de River y sus padres, y obviamente, a mi familia. No tengo dudas de que sin todos ellos no podría disfrutar del hockey como lo hago».

FICHA TÉCNICA
Nombre y apellido: Juana Fernández.
Apodos: Juani, Juanita.
Fecha de nacimiento: 17 de julio de 1997.
Lugar de nacimiento: Carlos Tejedor.
Club de origen: Huracán (Carlos Tejedor).
Club actual: River Plate.
Posición: defensora.

Galería de imágenes:

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Fotos: Facebook.

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