El «naranja» superó claramante a Ingeniero White en condición de visitante, por tres tantos contra cero, y demostró que está para volver a ser protagonista.
Atlético llegó a Banderaló a medirse con uno de los punteros y siempre candidato: Ingeniero White lo esperó en la cancha de su clásico rival, Juventud, por la suspensión que pesa sobre su estadio
El partido arrancó con el Rojo tratando de llevarse por delante a su rival en base a una gran presión y salida rápida por los costados, y a los dos minutos obligó al joven arquero de Atlético, Adrián Azcona, a revolcarse para sacar una pelota que tenía destino de red. Respondió rápido la visita cuando se encontraron Raúl Gómez, Sebastián Santos y Alejandro Bottega: construyeron una linda triangulación que derivó en un mano a mano de Flavio Romero pero el 9 la tocó por un costado del palo.
En la primera mitad se alternaron el dominio, 10 minutos por lado parecía la consigna, aunque Atlético fue más prolijo en el juego y el Rojo más fuerte en la presión y el oportunismo para aprovechar errores ajenos. Así, un par de situaciones para los de Ameghino se dieron a los 15 y 17 minutos y en ambas falló el toque final de Santos y Gómez respectivamente. Por el lado del local, dos remates de Diego Cestassi no llevaron demasiado peligro aunque preocuparon al DT Daniel Balmaceda porque el medio y el sector izquierdo de su equipo fue vulnerado un par de veces.
En eso estaban cuando a los 25 minutos un centro largo desde el fondo de Atlético no fue resuelto por Aicardi que chocó con un compañero y la pelota le quedó servida a Ignacio Sinegub para que la joven promesa Naranja la empujara al fondo de la red. Era el 1 a 0. El partido se empezó a cortar con faltas, a los 30 minutos el árbitro Marcos Inchaurrondo ya había sacado 4 amarillas.
Una chance más tuvo la visita a los 45 minutos cuando Sinegub definió mal llegando a la carrera en una contra que él mismo había iniciado por la mitad de la cancha.
En el segundo tiempo el partido se hizo más enredado, sin un dominador claro, Ingeniero no se hacía del balón y Cestassi no encontraba con quien jugar. El Rojo se limitó a presionar y buscar el error ajeno. Cortó en muchos momentos el juego asociado del rival y lo obligó a retroceder, pero la versión 2016 de Atlético no renuncia al toque, la circulación y todo parte de una premisa: siempre, o casi siempre, sale jugando con los laterales o con Jesús Díaz: el 5 maneja el balón con criterio y se está acomodando a una liga que tiene características distintas a lo que conocía.
En dos minutos el resultado pudo cambiar: a los 13 Gómez disparó débil tras un pase de Romero y a los 15 se perdió el empate Facundo Bonino; llegó de atrás hasta el área chica pero su remate se fue por arriba. Enseguida se la jugó Balmaceda, entraron Leonardo González y Luis Papay para darle verticalidad y toque al ataque Naranja, y, en cierta forma lo logró. Luego de un lapso de paridad, dos pases de González le permitieron a Gómez en una corrida a los 43 minutos esquivar a Aicardi y definir para el 2 a 0 y a los 45 minutos colocar el 3 a 0 con un toque delicioso por arriba del arquero.
No hubo tiempo para más, el resultado final suena exagerado, pero Atlético fue un justo ganador ante un rival incómodo y siempre difícil. Se acomodó segundo en la tabla y el domingo espera a Cañada Seca para seguir sumando.
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