A lo largo de estos años se han realizado distintos análisis y observaciones sobre cómo ha sido posible que Huracán haya ganado (y gane) todo lo que ha conquistado desde 2014 hasta hoy.
Claro está que el principal motivo es la calidad de su plantel, conformando un equipo que se conoce de memoria desde hace años, incluso desde las divisiones inferiores. Pero aparte de esto, también hay que recaer en lo que ha significado para las “comadrejas” la condición de local. El estadio Hermanos García se ha convertido en un reducto casi impenetrable para los equipos de la Liga del Oeste, y también de los alrededores.
El 4 de octubre de 2015 sería la última vez que el equipo tejedorense vería la derrota en su propio estadio. El cuadro que lo consiguió fue Atlético Rivadavia, justamente a quien Huracán recibe el próximo domingo. En aquella oportunidad fue 1 – 0 para el «albirrojo» con gol de Boris Reid a los 16 minutos del primer tiempo.
En estos casi 2 años de invicto – aclarando que solamente se habla del campeonato local – el equipo de Erramouspe (anteriormente de René Vicente) disputó 27 partidos, alcanzando 20 triunfos, 6 empates, y la ya mencionada derrota. A esto se le suma que convirtió 53 goles y recibió tan solo 10. De hecho, ningún equipo logró anotar más de un gol. También cabe destacar que solamente en dos encuentros no logró convertir; frente a Fútbol Club en un empate 0 a 0 por la segunda fecha del Clausura 2016, y el mismo resultado se dio en la primera final de la Liguilla 2016 ante Gorra de Cuero. Una racha que será muy difícil de superar.
Sin dudas este plantel de Huracán está escribiendo una imborrable página en los registros de la Liga del Oeste: por resultados y por títulos. Habrá que ver hasta cuándo podrá seguir estirando estos impresionantes números. El próximo domingo Atlético intentará repetir lo logrado en 2015, cortándole el invicto a Huracán, teniendo en cuenta que para tener esperanzas en este Clausura, solamente le sirve la victoria.
Foto: Josefina Martín.