El experimentado director técnico rompió el silencio y habló en exclusiva con Fútbol del Oeste – Radio, analizando su anhelado pero breve paso por el Club Atlético Rivadavia. Contundente y sin guardarse nada, contó lo vivido en el «albirrojo».
Sueño sin final feliz
«Ir a Atlético era mi sueño, pero no se dio como yo esperaba. Desde un primer momento les había dicho a los dirigentes que no era un mago, que yo iba a trabajar.
A eso hay que sumarle la falta de algunos jugadores, algunas contrataciones que debíamos hacer y no se hicieron, y el no poder encontrar el equipo también influyó en la decisión que tomó la dirigencia. Obviamente no estuve de acuerdo con esa decisión, pero tuve que aceptarla».
Dolor
«Lo de Atlético me va a doler toda la vida. Fui con muchas expectativas a afrontar un desafío, creyendo que podía hacerlo porque por algo me llevaron, pero después no fue lo que uno imaginaba».
Unir el grupo
«En Atlético había cosas para cambiar, lo cual no era fácil. Por algo el club no sale campeón desde el 2001, y si no cambian ciertas cuestiones va a seguir pasándole lo mismo.
Hay cosas extradeportivas: principalmente el grupo. Creo que no hay un buen grupo. De hecho comimos un par de veces todos juntos, cuando yo venía acostumbrado a reunirnos todas las semanas entre jugadores, hinchas, comisión directiva y cuerpo técnico».»Había cosas que se las enteraba el Presidente antes que el director técnico, cuando hay cosas que tienen que quedar adentro del vestuario. Se filtraban las cosas que pasaban internamente, es una realidad».
Interna
«No tenerlo al «Laucha» Giménez fue perjudicial, porque no hay dudas de que es el as de espadas que tiene Atlético. Estaba lesionado y no pude contar con él. Tal vez, teniéndolo, hubiésemos contado con una ventaja a nuestro favor».
Baja tempranera
«Lo de Soliño fue un caso aparte, porque no podía o no quería entrenar, y no se le dieron muchas posibilidades»
Éxodo de referentes
«Que se hayan ido Marcos Fuensalida y el «Laucha» Giménez significa algo. Los que andamos en el fútbol, sabemos que jugadores de esta clase no se te pueden ir nunca, y más si son tuyos».
Entre todos
«Hay culpas compartidas entre todos. Yo también me he equivocado y lo asumo. También se equivocaron desde la dirigencia y los jugadores».
Foto: Jorgelina Sebastián.