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A 20 AÑOS DE LA GLORIA

Un día como hoy, pero del año 1995, el «rojo» de General Pico se consagraba campeón de la Liga Nacional de Básquet. Ante una multitud, derrotó a Olimpia de Venado Tuerto en el quinto partido de la final (4-1). Fue una jornada inolvidable, de las más recordadas en el deporte de la ciudad.

Eran tiempos en los que el norte de La Pampa vibraba con el básquetbol a nivel nacional. Un año antes, Peñarol de Mar del Plata había quitado a los «rojos» la ilusión de ganar su primer título. Los piquenses tuvieron revancha un año después.

Viernes 24 de junio de 1995. Quinto choque de la final 1994/95 y una provincia pendiente, ya que podía haber nuevo campeón. El Club Sportivo Independiente, protagonista en varias campañas de la época, ganaba 3-1 en la serie que se desarrollaba al mejor de siete encuentros.

El rival era Olimpia de Venado Tuerto, un equipo que siempre luchó hasta el final. En busca del título, hasta esa noche se enfrentaron cuatro veces en el transcurso de 10 días: los dirigidos por Mario Guzmán habían ganado tres (124-117, 88-84 y 108-107) y perdido el restante lo habían perdido por 107 a 93.

El cuarto partido, tres días antes de la jornada imborrable, se definió en tiempo suplementario y Olimpia no quería que la historia culmine en General Pico a pesar de que en la serie decisiva el local no había perdido en casa: el “Gigante de la Avenida”.

Pasaban las horas y durante aquel 24 de junio centenares de personas estaban listas para ingresar a la gran final, o resignados sin poder conseguir una entrada, con la radio en mano escuchando la previa sobre las calles de la Avenida San Martín.

Llegó el momento, la ilusión de grandes y chicos. “Me dicen el matador nací en La Pampa…” se escuchaba desde los cuatro costados del estadio cuando de fondo sonaba “Matador” de los Fabulosos Cadillacs. No entraba un alma más.

Más enloquecida que nunca pero con los nervios por las nubes, la mascota no paró de moverse por el parquet y también brindó su show. “La Marea” no paraba de alentar. Periodistas, fotógrafos y curiosos también estaban listos. Y detrás de un aro, la manga que se extendía para que ingresen los ídolos. La fiesta estaba servida.

Se jugaron los 40 minutos reglamentarios y el club piquense no defraudó. Consiguió gritar campeón al ganar por 130 a 111. A 30 segundos de que suene la chicharra, la algarabía fue generalizada y las lágrimas no le fueron esquivas a los fieles seguidores.

El MVP (el jugador más valioso) de la final fue Esteban De La Fuente, que un año antes se había consagrado con Peñarol.

El del ganador fue un equipo sólido, con el extranjero que usaba la 13, Melvin Johnson, goleador de la noche decisiva, con 30 puntos. El base Facundo Sucatzky, con la N° 6, tampoco dejó de ser figura. Los triples del “Chino” Zulberti también hicieron delirar a las gradas. Todos aportaron su granito de arena.

Se consumió el tiempo del último cuarto y los hinchas saltaron las vallas para celebrarlo junto a los ídolos del momento. Aquel 24 de junio fue una fiesta que duró hasta la madrugada.

La serie finalizó 4 a 1. Sí, Sportivo Independiente se transformó en el mejor equipo del país. Fue el gran campeón de la undécima Liga Nacional de Básquet en la temporada 1994/1995, donde ganó 40 de los 55 juegos que disputó.

Los memoriosos jamás olvidarán a Esteban De la Fuente, Melvin Johnson, Jorge Zulberti, Malru Dottin, Facundo Sucatzky, Pablo Lamare, Alberto Falasconi, Aldo Yódice, Franco De Onofrio, Marco Oyola, Jorge Sánchez y Pablo Cariddi, además del maestro Mario Guzmán y sus asistentes.

Objetivo cumplido: los mejores sobre 16 instituciones que lucharon por llegar a la cima. También es para destacar que en la década del ’90 Independiente fue subcampeón en las temporadas 1993/94, 1996/97 y 1998/99.

Aquellas nueve temporadas con choques atrapantes frente al propio Olimpia, Atenas de Córdoba, Peñarol o Boca, por citar algunos, ya son historia.

Las malas gestiones, costos inalcanzables y problemas económicos hicieron que la institución luego decidiera desafiliarse de la LNB.

Tal vez no suceda nunca más, pero hace exactamente 20 años el «rojo» de esta ciudad tocó el cielo con las manos.

Fue durante su década en la elite y lo disfrutaron los hinchas junto a muchos pampeanos que no quisieron perderse la gran época del básquet en la ciudad.

Como para olvidarlo…

Texto y fotos: Luciano Nervi.

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