Luego de haber recibido el alta ambulatoria, el director técnico de Independiente habló en exclusiva con Fútbol del Oeste sobre su estado de salud.
«La pasé mal, pero ahora ya está. Estoy bien y tengo que seguir adelante con mi vida» comenzó diciéndole Figueroa a este medio, para seguidamente detallar cómo sucedieron los hechos «el primer infarto lo tuve el domingo, pasando Colonia Seré, cuando íbamos yendo a Carlos Tejedor a jugar contra Gorra de Cuero. Cuando llegamos me llevaron al Hospital Garré y ahí me estabilizaron para después trasladarme a Buenos Aires. Cuando iba por Luján me agarró otro infarto, y llegué al Sanatorio del Sagrado Corazón con ese cuadro».
El entrenador confesó que «a partir de ahora debo tener mucho cuidado con ciertas cosas, sobre todo en estos primeros 45 días, después puedo empezar a llevar una vida ‘normal’ pero con ciertos recaudos». Además, explicó: «En el Sanatorio del Sagrado Corazón me destaparon 2 arterias, todavía queda una tercera que me van a operar dentro de un tiempo».
«Estoy muy agradecido a toda la gente que me ha llamado y demostrado su apoyo durante estos días, sobre todo con la de Independiente de América, Gorra de Cuero y Atlético Rivadavia, que estuvieron presentes en todo momento, al igual que varios de los jugadores que he dirigido a lo largo de mi carrera. Y obviamente que le agradezco a mi familia, y sobre todo a mi pareja, que estuvo conmigo en todo momento» contó emocionado el «Beto», quien ahora espera ansioso el alta definitiva.
En el final de la charla, el D.T. volvió a remar que «esto te cambia todo. Fue de un momento a otro que me cambió la vida, gracias a Dios me atendieron a tiempo y hoy en día puedo contar todo lo que pasó».
