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ALEJANDRO MARIANI: «YA CUMPLÍ UN SUEÑO»

El futbolista oriundo de Carlos Tejedor, que se formó en las divisiones inferiores de Huracán de dicha localidad, habló con este medio acerca de sus inicios, su llegada al fútbol de A.F.A., su paso por los distintos equipos en los que le tocó estar, hizo alusión a su presente en Tristán Suárez, y le dejó un mensaje a los más chicos.

¿Qué recordás de tus inicios en Huracán?

Arranqué en Huracán a los 4 o 5 años, hice 9ª, 8ª, 7ª, y 6ª en lo que es inferiores, y llegué a jugar en reserva y también en la primera, de hecho formé parte del plantel que jugó el Argentino C 2008, y después de eso se dio la oportunidad de pasar a Racing. También tuve la suerte de estar en las selecciones Sub 15 y Sub 17 de la Liga del Oeste.

¿Cómo se dio tu llegada a Racing?

Había una prueba en El Triunfo, un pueblo cerca de Lincoln, y Mario Salazar nos llevó a Juan García, Emir Florines y a mí. En esa prueba me fue bien, quedé seleccionado junto con otro chico entre 39 que éramos, y nos citaron para ir una semana a Racing. En el club íbamos haciendo diferentes pruebas y las iba pasando, hasta que llegué a probar con el plantel de mi categoría, gusté, y me dijeron que tenía que volver el 22 de enero a la pretemporada.

¿Con qué te encontraste al llegar a Racing?

Fue difícil. Me tuve que alejar de mi familia y de mis compañeros, que justo estaban pasando una etapa linda como es el viaje de egresados y demás, entonces me costó, muchas veces me quise volver.
También me tuve que acostumbrar a la pensión y a las comidas, porque en pretemporada nos hacían comer y tomar cosas sin azúcar. Además yo venía del pueblo, y acá prácticamente no podía salir, era todo muy rutinario: salíamos de entrenar, nos hacían dormir la siesta o estar en la habitación al menos, y a eso de las 17:00 nos íbamos al colegio o salíamos un rato en caso de tener la tarde libre, pero tipo 20:00 ya teníamos que volver para cenar y acostarnos porque al otro día teníamos que practicar.
En cuanto al nivel que hay, es muy distinto. Los entrenamientos son mucho más exigentes, se trabaja mucho lo que es pelota parada, son detalles que hacen la diferencia.

¿Y en lo futbolístico cómo te fue?

El primer año me fue muy bien, jugué todo el año. La segunda temporada tuve lesiones, me desgarré 4 veces, y a fin de año me terminaron dejando libre y terminé pasando a Quilmes.

¿Cómo fue ese pase de Racing a Quilmes?

Yo quedé libre el 3 de diciembre en Racing, lo llamo a mi representante para comunicarle de mi situación y me dijo que vaya a Quilmes, que me iban a ver ahí. El primer día probé con mi categoría, al otro con la reserva, y el 5 de diciembre ya era jugador de Quilmes.

¿Qué balance hacés de ese paso por Quilmes?

Arranqué bien, me sentía a pleno, pero antes de jugar la primer fecha me volví a desgarrar y tuve que estar un mes parado. Volví, empecé a ir al banco en 4ª, después pasé a ser titular, estaba teniendo un buen nivel y me subieron a reserva, ahí me volví a lesionar y se complicó todo. A fin de año quedó libre casi toda la categoría y tuve que buscar club de nuevo.

Y de ahí a Tristán Suárez…

Después de quedar libre en Quilmes probé en un par de equipos, pero por la edad ya era difícil quedar. Fui a Temperley, me tuvieron dos semanas entrenando con el grupo, me dijeron que me presentara el 26 de enero para hacer la pretemporada, y cuando fui el coordinador me dijo que no iban a entrar en reserva y que no había cupos disponibles para jugar en 4ª. Ya estaba desesperado porque me quedaba sin club, y justo un amigo me avisó que en Tristán Suárez faltaba un delantero, y al segundo día en el club me pidieron que llevara el pase así firmaba contrato hasta el 31 de diciembre.

¿Cómo es tu presente en Tristán Suárez?

La verdad que es bueno, estoy jugando en reserva, entrenamos todos los días con primera, y eso me sirve para ir recuperando confianza.

¿Cuál es tu objetivo esta temporada?

Mi idea es poder llegar a debutar en primera. Tengo contrato hasta el 31 de diciembre, y ya hay algunas ofertas dando vueltas, pero no me quiero apurar, estoy tranquilo.

¿Qué diferencia notás entre el fútbol de A.F.A. y la Liga del Oeste?

Las dos diferencias principales son el dinamismo del juego, y lo permisivo que son los árbitros. Pienso que hay muchos jugadores de la Liga del Oeste que podrían haber jugado en cualquier club de A.F.A., el tema es que muchas veces no se dan las oportunidades y por eso siguen jugando allá.

¿Qué podés decirle a los chicos que tienen la ilusión de llegar a jugar en el fútbol profesional?

Que el que quiere puede. Esto es cuestión de convencerse, de sacrificarse, de estar preparado de la mejor manera para cuando llegue la oportunidad. A mí me tocó pasar momentos malos, pero pase lo que pase no me arrepiento de haber hecho este esfuerzo. Si llego o no llego a nada con el fútbol lo dirá el tiempo, yo ya cumplí un sueño, que era el de venir a Buenos Aires a jugar a la pelota.

Por último, Mariani le dejó saludos «a mi familia y a mis amigos que me bancan en las buenas y en las malas, ellos nunca me dejaron bajar los brazos».

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