ATLÉTICO AMEGHINO SE QUEDÓ CON EL APERTURA

Atlético tuvo que esperar hasta la última fecha del torneo Apertura para festejar un logro inusual: ganó invicto el campeonato, con 11 triunfos, dos empates y logró 35 puntos sobre 39 posibles. Y la «culpa» de que todo se definiera en la fecha 14 la tuvo Santa Rita, el Lobo de Piedritas puso la vara muy alta esta vez, ganó 10 partidos en una campaña excelente.

La definición se jugó en Ameghino y también en Villegas, el Naranja recibió a Sportivo y los de Piedritas visitaron a Atlético Villegas, los dos tenían compromisos de riesgo y las radios cumplieron su papel de contar lo que pasó en un lado y en otro.

El primer tiempo en Ameghino definió todo y tuvo goles, nerviosismo, vértigo y reclamos en dosis parejas. Empezó nervioso Atlético, trató de respetar su libreto de ser prolijo y salir jugando siempre pero El pulpo lo presionó bien arriba, lo exigió y lo atacó por las bandas. Fueron 15 minutos donde los dos establecieron sus ataques por la izquierda, el Naranja con Julián Sallaber y Raúl Gómez y Sportivo con la velocidad de Agustín Esterlus que complicó a Kevin Inzúa.

Avisó la visita a los 11 minutos cuando Federico Pereyra se filtró entre los defensores para definir ante Adrián Azcona pero la jugada se invalidó por offside. Y golpeó cinco minutos después por intermedio de Esterlus que aprovechó una pelota suelta en el área para definir de volea y poner el 1 a 0. Atlético acusó el golpe pero se enredó en el juego, no se encontraban los creadores, y no llegaba limpia la pelota a los de arriba. Siguió manejando la pelota Jesús Díaz pero el juego no tenía claridad, y, en ese enriedo, llegó el empate: córner que ejecutó Leonardo González, la perdió César Páez y la pelota pegó en la espada de Gómez para empatar el partido. Iban 25 minutos, todo Sportivo reclamó falta sobre el arquero, todo Atlético se tranquilizó, y empezó otro partido.

Un partido que jugó la hinchada Naranja también, la gente alentó, empujó y gritó como nunca, y se contagió el equipo. Empezó a tocar y la pelota circuló limpia de izquierda a derecha, de atrás hacia adelante, aparecieron las sociedades y el juego se volcó hacia el arco de Páez. A los 30 y 33 minutos lo tuvieron González y Gómez con buenas jugadas que no definieron bien. Y a los 36 minutos apareció Sebastián Santos para poner el 2 a 1: córner desde la derecha que tiró Gómez, la peinó Roberto Palacio y apareció el enganche para gritar el segundo. Ya Atlético era una tromba, subían los laterales, se acoplaban los medios y no extrañó que llegara el tercero: González peleó una pelota y jugó con Bottega que fue derribado en el área, penal que el propio González cambió por gol. Sportivo reclamó falta de González en el inicio de la jugada, pero Mario García, el árbitro, siempre cerca de las acciones ignoró el pedido.

Se fue el primer tiempo con la tranquilidad de los dos goles de diferencia y, para agregar confianza, Santa Rita caía en su visita a Villegas.

El segundo tiempo se pareció más a un trámite que a una definición de campeonato, Sportivo pareció haber entregado todo y Atlético se limitó a administrar las energías. El DT Naranja, Daniel Balmaceda, realizó los cambios necesarios para cuidar a quienes tenían cuatro amarillas pensando en el clásico del próximo domingo.

Siguió manejando la pelota y los tiempos el local, metió un par de situaciones que no fueron bien resueltas, Flavio Romero estrelló una de exquisiteces en el travesaño y González hizo revolcar a Páez un par de veces.

Las radios seguían trayendo goles desde Villegas, Santa Rita perdía 3 a 1 y todo estaba definido.

Y así llegó el final que desató la alegría de los de adentro y los de afuera, con un equipo que Balmaceda rearmó luego del subcampeonato del año pasado a su gusto. El DT le imprimió su idea y los jugadores respondieron con fútbol y goles, con temple y sacrificio. Un equipo serio, trabajado, solidario, explosivo y que se recuperó en los partidos que pareció superado. Un grupo humano que los que están en el día a día no dudan de calificar como espectacular: dicen que son buena gente que juega bien al fútbol.

El Apertura le dio la razón, y todos, los de adentro y los de afuera gritaron campeón, aunque el reglamento de este año diga «clasificado».

Más tarde, una caravana naranja recorrió las calles, se estacionó frente a la sede y extendió el festejo hasta la medianoche: es que a esa hora comenzó el 85 aniversario del Club Atlético Ameghino.

¡Salud Naranja!