Una vez más, la tinta de un tatuaje nos lleva a conocer la historia detrás del futbolista, quien le contó a Fútbol del Oeste porqué decidió tatuarse una foto junto a sus hijos.
El “ruso” es un referente del “trula” dentro de la cancha, y fuera del rectángulo de juego también porque se ha ganado un nombre propio al convertirse en referente del equipo luego de muchos años defendiendo esa camiseta.
A su vez, y justamente fuera de las canchas, conformó su familia y hoy en día es padre de dos hijos: Iván y Roger.
Justamente, con ellos dos ingresó al campo de juego previo al partido con Independiente de América en 2018, y la fotógrafa Jorgelina Sebastián retrató aquel momento. Pero esa foto no fue una más, ya que de ella se desprenden varias historias que llevaron a que finalmente Schmidt se la tatúe en su brazo izquierdo.
En una charla con este medio, quien debutó con 15 años en la primera división de Barrio Norte, contó que “hacía rato que quería hacerme un tatuaje alusivo a mis hijos pero no sabía qué o cómo podía ser. Un día, mirando fotos, vi esa y se me ocurrió tatuármela”.
“Hay mucho detrás de la foto. Esa fue la primera vez que entré con ellos dos a la cancha y que tenemos una foto. Esa puede ser una anécdota.
Otra cosa es que, lamentablemente, ese día me rompí la rodilla y estuve varios días sin jugar” comentó más tarde quien se desempeña como marcador o volante por la banda izquierda para el equipo del estadio Hermenegildo Nieto.
Pero hay más. No hay ningún detalle librado al azar en esta historia. En este caso, también hay lugar para la parte laboral: “Decidí dejar el sponsor de América Pampa porque es el lugar donde trabajo”.
Así, Braian Schmidt logró cumplir su objetivo del tatuaje que cumpliera con todos los requisitos: reunir a sus hijos y al fútbol con tinta que llevará por siempre en su brazo, acompañándolo a donde vaya. Una jugada a la que el “ruso”, quien sabe de goles y gambetas, le puso su propia firma.
