Con apenas 16 años dejó atrás su General Pico natal a principios del 2018, con todo lo que eso implica, para instalarse definitivamente en Buenos Aires. Hoy en día juega en G.E.B.A., fue convocada para Las Leoncitas, y se ilusiona con seguir creciendo.
En un mano a mano exclusivo con este medio, la joven pampeana habló sobre sus inicios en el hockey, el presente que atraviesa y su mirada al futuro.
Atrás quedaron los días en Sportivo Independiente, como también en las Selecciones Pampeanas Sub 14, Sub 16, Sub 18 y de mayores. Pero fueron esos días, justamente, los que la hicieron crecer y la llevaron a debutar en la primera división de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires con tan sólo 17 años, a la vez que entrena con Las Leoncitas y continúa cursando el secundario.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al hockey? ¿Qué recuerdos tenés de tus primeros pasos en este deporte?
Empecé a jugar cuando tenía 11 años, más que nada porque mis hermanas jugaban. Lo que me acuerdo es que lo hacía por diversión, sin ningún objetivo. Iba temprano al club y con mis amigas siempre nos poníamos a jugar antes de cada entrenamiento, y a eso hay que sumarle que teníamos un entrenador que nos acompañaba y nos hacía competencias.
Antes de dedicarme al hockey practicaba tenis, pero no duró demasiado tiempo.
Recién mencionabas que uno de los motivos por los que comenzaste a jugar fue porque tus hermanas también jugaban. ¿Ellas te ayudaron en tus inicios, te daban consejos?
Al principio no buscaba esos consejos o algún tipo de ayuda, porque lo que yo hacía, sinceramente, era algo para divertirme y no porque realmente me gustara. Después, a medida que fue pasando el tiempo me empezó a gustar más este deporte y ahí sí, como ellas son más grandes, me iban dando algunas indicaciones o tips a seguir.
También dijiste que empezaste a jugar por diversión. ¿En algún momento te diste cuenta de que podías llegar a jugar a otro nivel?
Sinceramente, no. Cuando a mí me empezó a gustar más el hockey fue cuando comencé a hacerlo de la mejor manera posible, y así se me fueron dando las cosas. Obviamente que a medida de que se iban dando las cosas una se exige más y quiere llegar más lejos, pero no lo imaginaba.
Independiente, Selección Pampeana, citación a Las Leoncitas… ¿Soñabas con llegar a ese lugar?
El sueño siempre está, lo que nunca me hubiese imaginado es ir cumpliendo esos sueños. Lo veía como algo muy lejano y difícil, y más siendo del interior. Pero al ir de a poco y logrando cosas, también te vas dando cuenta de que depende de uno mismo.
En medio de todo esto suele ser fundamental el rol que cumple la familia y/o las personas cercanas. ¿Cómo fue el acompañamiento de ellos en tu caso?
La verdad es que mi familia siempre me acompañó y me ayudó demasiado, obviamente que sin ellos no podría haber logrado nada de lo que logré hasta ahora. Hacen un esfuerzo muy grande para que yo pueda hacer todo lo que hago.
También están los entrenadores y los amigos, tanto del colegio como del club, que siempre están ahí para apoyarme, y eso es algo que se valora mucho.
¿Cómo es estar lejos de tu casa, ir a un nuevo colegio, seguir con el hockey… Cómo lo vas llevando, cómo te organizás?
El año pasado decidí mudarme definitivamente a Buenos Aires, terminar el secundario acá y a su vez jugar en un club de la ciudad, y fue todo un tema.
Cambiar de colegio y sumarme a un nuevo equipo me daba miedo por lo que representaba todo eso, y más a mi edad. Al final resultó todo buenísimo. Obviamente que es todo distinto, con muchas experiencias nuevas, pero por suerte me tocaron grupos en los que me hicieron sentir súper cómoda, tanto en el colegio como en el club, y me incluyeron desde el primer momento.
También es cierto que extraño mi casa y estar en el lugar donde siempre estuve, pero también soy consciente de que en Buenos Aires estoy haciendo lo que me gusta, y por ahora lo llevo de buena manera porque veo los resultados y creo que todo este sacrificio vale la pena.
Hay veces que se me complica un poco con los horarios: voy al colegio hasta las 14:00, y a la tarde entreno todos los días. Si no es el club, es en el gimnasio o con Pablo Lombi. Los sábados tengo partido y los domingos juego con amigas en Piquenses para divertirnos.
¿Y cuándo tenés un rato libre?
Y… Siempre algún ratito queda, aunque es difícil porque en la semana cuando tengo tiempo libre trato de hacer las cosas del colegio o también me junto con mis amigas. A veces me pasa que en esos ratos quiero descansar o quedarme en casa tranquila.
¿Volviendo al hockey, cómo fue el momento en el que te enteraste de la citación a Las Leoncitas?
La primera vez que me llamaron, que fue el año pasado para formar parte de este proceso, me tomó totalmente por sorpresa. Después se cortó ese proceso porque cambiaron los entrenadores y yo no sabía qué iba a pasar porque el nuevo director técnico no me conocía, y tranquilamente podía no incluirme en sus citaciones. Al final me llamó y ya pude participar de la concentración.
¿Cómo son esos entrenamientos de Las Leoncitas?
Las prácticas son muy dinámicas y más largas que las del club. Tienen un mayor nivel y eso genera una exigencia más grande también.
¿Cuáles son tus próximos objetivos, tanto en G.E.B.A. como en Las Leoncitas?
En G.E.B.A. apunto a seguir siendo titular en mi categoría y a volver a ser citada en primera división. En Las Leoncitas busco durar lo más que pueda, siempre dando lo máximo y aprovechando la experiencia que me toca vivir porque es algo único.
¿Desde tu lugar, qué podés decirle a los jóvenes que recién empiezan y sueñan con llegar al deporte de alto rendimiento?
Lo que puedo decirles es que si realmente sueñan con llegar, será cuestión de esforzarse y brindarse siempre al máximo. Deben entrenarse y estar preparados siempre para la ocasión que se presente, y así poder aprovechar las oportunidades, porque nunca se sabe cuándo llegan.
Es verdad que siempre hay que pasar por cosas que no nos gustan, pero hay que superarlas, saber que todo depende de uno mismo, y por eso hay que tenerse confianza.
Ya en cierre de la charla, Clara aprovechó para «agradecerle a mi familia, a todos mis amigos, y a los entrenadores. Ellos son los que me acompañan siempre».
Foto: FRPH.