El estadio de Independiente de América se encuentra atravesando una gran obra que lleva aproximadamente un año desde su comienzo, la cual tiene como meta principal aprovechar los espacios del predio del Anselmo Lobo para construir una nueva cancha principal y una auxiliar. En estos momentos, se puede asegurar que falta muy poco para la reinauguración del estadio.
La rotación de 90° grados para el campo de juego, que ahora tendrá un arco de espaldas a la calle Pellegrini y el otro dará a la Independencia, fue lo primero que se hizo.
Con el correr de los meses las obras fueron avanzado: la cancha auxiliar se armó rápidamente, se instaló el sistema de riego, se sembró el césped tipo «bermuda», se construyeron los tapiales olímpicos y se colocó el alambrado perimetral de seguridad, entre otras cosas.
En la actualidad, la prioridad está centrada en los vestuarios, los cuales están siendo refaccionados porque no se encontraban en las mejores condiciones, por lo cual tendrán reformas para que los futbolistas estén más cómodos a la hora de cambiarse y escuchar la charla técnica.
Lo demás que resta es colocar los arcos y los bancos de suplentes, se pintará la tribuna y también las publicades en los tapiales, y se ultimarán detalles para que a fines de marzo el reducto esté terminado y sea habilitado lo antes posible, ya que el 17 de abril Independiente debutará como local ante Barrio Norte por la temporada 2016 de la Liga del Oeste.
Fotos: Gabriel Caldentey.
