Finalmente, después de 180 minutos empatados en cero, Atlético venció 5 a 4 desde los doce pasos a Santa Rita y se coronó campeón del Octogonal. Así ganó el derecho a jugar el Triangular final frente al propio Lobo de Piedritas, campeón del Apertura y Sportivo, el Pulpo de Villegas, que ganó el torneo Clausura.
No tenía margen Atlético: a pesar de ser el equipo que más puntos cosechó en el año, no había sido campeón y necesitaba ganar el Octogonal para forzar el Triangular. La gente lo entendió igual y comenzó a llegar temprano, los grandes y los chicos, los que alientan siempre y los que no son habitués, los que va a todos lados y los que acompañan de local, los que juegan en las categorías inferiores y los que se formaron allí de la mano de Alejandro Sánchez y su equipo. Todos soñando con repetir la vuelta olímpica del Clausura 2013, pensando en dejar atrás de una buena vez los últimos subcampeonatos. Los dirigentes comenzaron a trabajar en diciembre delineando el plantel, buscando a los hombres que hicieran posible lo que tantas veces se escapó. A la causa se sumaron este año el entrenador, Daniel Balmaceda, y su cuerpo técnico, que llevan 42 semanas haciendo del trabajo un culto. Y así se formó el equipo, que tuvo momentos de alto vuelo en el Apertura que se le escapó por un punto y que luchó en el Clausura y sintió que todo se derrumbaba cuando perdió contra Cañada Seca en el peor partido del año. Todos anhelaban gritar campeón, y sacarse la mufa.
Y como nada es fácil y no lo ha sido en el año, hubo que jugar un partido del que emergió la sensación de superioridad en el primer tiempo, cuando Alejandro Bottega encontró los espacios para habilitar a sus compañeros para producir las llegadas más claras: a los 15 minutos llegó el propio Bottega a definir un centro desde la derecha enviado por Francisco Cardoso, pero le pegó mordido y la pelota se fue arriba. Un ratito después, tiro libre de Roberto Palacio, la pelota cruzó todo el arco y Raúl Gómez llegó por atrás, se zambulló y su cabezazo salió pegado al poste de un arquero vencido. La última a los 44 minutos, una salida con el pie del arquero Aniceto Gerez quedó corta, Javier Cardozo la dominó y le pegó por arriba aunque la pelota se perdió pegada al travesaño.
En los últimos 45 minutos, Atlético no pudo sostener el dominio y Santa Rita dispuso de un par de chances para adelantarse en el marcador con jugadas aisladas. A los 10 minutos Ariel Ponzi capturó una pelota por el medio y su remate salió cerca del palo, y a los 20 minutos tuvo Iván Ponzi la más clara de su equipo: un pelotazo a espaldas de Maximiliano Coronel lo dejó solo frente a Giannini pero su disparo cruzado salió lamiendo el poste izquierdo. Ya jugaba Atlético con tres en el fondo, y tuvo sus opciones, más por jugadas aisladas que elaboradas, los nervios jugaron su papel y no quedaba mucho tiempo. Los minutos se iban y llegaban los penales, pero tuvo en el final Santa Rita una chance clarísima: Jeremías Agudo se animó desde fuera del área, la pelota iba al ángulo y hasta allí se estiró Giannini para descolgarla y quedarse con ella.
Llegaban los penales, para estirar el sufrimiento del público local que esperaba que los jugadores tuvieran la frialdad suficiente para poner las cosas en su lugar. Y la tuvieron, el Naranja convirtió los cinco y Giannini se vistió de héroe: detuvo el cuarto penal y convirtió el quinto y último. Entonces sí, se desató la locura, el festejo y la emoción nubló la vista de muchos, chicos y grandes abrazados gritando por el campeón, por un equipo que siempre fue al frente, que propuso en todas las canchas, que perdió hombres claves en el camino y que se adaptó a varios sistemas. Un equipo que dio la prueba de carácter que le faltaba y alejó los fantasmas, un equipo y su gente que coparon las calles de Ameghino y festejaron un título merecido, aunque muchos dicen que los títulos no se merecen, se ganan. «Entonces», dijo Balmaceda: «digamos que no lo merecimos, digamos que trabajamos, que lo fuimos a buscar, que lo encontramos y nos lo llevamos a casa, no se lo quitamos a nadie, los tres campeones son justos y nos veremos en el triangular». Y se perdió en los festejos. Como tantos anónimos que disfrutaban la misma sensación.
Síntesis:
Atlético Ameghino: Pedro Giannini; Germán Gallardo, Roberto Palacio, Antonio Pérez, Maximiliano Coronel; Francisco Cardoso, Hernán Franco (C), Javier Cardozo, Alejandro Bottega; Flavio Romero y Raúl Gómez.
Suplentes: Adrián Azcona, Nicolás Sánchez, Cristian Villegas, Ignacio Sinegub, Daniel Torres, Franco Molfino y Nicolás Zicuela.
Cambios: Ignacio Sinegub por Germán Gallardo, Daniel Torrespor Alejandro Bottega y Franco Molfino por Francisco Cardoso.
Amonestados: Germán Gallardo y Maximiliano Coronel.
Santa Rita: Aniceto Gerez; Luis Arrieta, José Vera, Hugo Domínguez, Germán Domínguez; Alejo Ponzi, Guido Riscosa, Ariel Ponzi, Juan Bazán; Iván Ponzi y Federico Griffa.
Suplentes: Sebastián Cisneros, Nicolás Ramos, Ramón Cambas, Claudio Farías, Martín Cambas, Jeremías Agudo y Lautaro Farías.
Cambios: Claudio Farías por Alejo Ponzi y Jeremías Agudo por Ariel Ponzi.
Amonestados: José Vera y Jeremías Agudo.
Penales:
Atlético: convirtieron Flavio Romero, Raúl Gómez, Roberto Palacio, Hernán Franco y Pedro Giannini.
Santa Rita: convirtieron Claudio Farías, Guido Riscosa, José Vera y Aniceto Gerez. Pedro Giannini le detuvo el penal a Jeremías Agudo.
Árbitro: Sergio Inchaurrondo.
Asistente 1: Darío Patek.
Asistente 2: Ceferino Arias.
Juan Eliceche
Espacio Naranja
Prensa Club Atlético Ameghino
