Unión Deportiva de Rivadavia se coronó campeón de la temporada de Sub 21 de la Liga del Oeste en la tarde del sábado, tras haber vencido a Atlético Rivadavia en la final. Más allá de que los jugadores dieron la vuelta olímpica, no pudieron levantar la copa porque ésta no estaba presente.
La historia quedará como una anécdota de la que, probablemente, la mayoría se acuerde con alguna mueca de incredulidad, es que se disputó una final y no se entregó la copa al campeón de la temporada.
Es verdad que la Liga del Oeste entrega todos los premios en diciembre, en el evento en el que se premia a los equipos campeones de todas las divisiones, goleadores, vallas menos vencidas y el fair – play, pero también hay que decir que en primera división el trofeo se entrega inmediatamente luego de que finaliza el partido decisivo.
¿Falló la organización? ¿Hubo problemas de logística? No se sabe. Lo cierto es que Unión Deportiva de Rivadavia gritó campeón, festejó junto a su gente, se paseó por Fortín Olavarría en una extensa caravana, pero sin la copa que tanto le costó alcanzar.
