Federico Maya, el joven que forma parte del plantel profesional de Defensa y Justicia, aprovechó sus vacaciones para descansar en América junto a su familia y amigos. En uno de sus ratos libres se acercó hasta los estudios de FM La Torre para contarnos sobre su experienca, lo que fue el debut con el primer equipo, como lleva su vida más allá del fútbol, entre otras cosas.
«Estoy muy contento por estar en el plantel de primera» comenzó diciendo el rivadaviense ante los micrófonos de Fútbol del Oeste.
Cuando se le consultó por lo que se viene para él, aseguró que «con el ascenso a Primera A se abre una puerta muy importante como lo es la reserva».
«Se puede decir que estoy catalogado como un ‘juvenil con experienca’ dentro del plantel, pero a pesar de eso tengo que demostrar que puedo mantenerme» manifestó Maya, quien se ilusiona con seguir sumando minutos.
Respecto a Diego Cocca, el entrenador que lo hizo debutar en el primer equipo de Defensa y Justicia, señaló: «Es un tipo frío, que respeta la distancia entre el jugador y el técnico, pero que sabe manejar el grupo, hace que se genere un buen ambiente, había mucho compañerismo», seguidamente, comentó que los referentes del equipo «me adaptaron muy bien al grupo. Me llevaban a entrenar, me traían, esas cosas hacen que todo sea más fácil».
Sobre su primera aparición, la cual se dio por Copa Argentina ante Brown de Adrogué en cancha de Morón, el chico surgido en Atlético Rivadavia confesó: «La noche anterior no podía dormir, pensaba en todo: en mi familia, en mis amigos, en cómo tenía que estar dentro de la cancha».
Además, dijo que «en ese caso decidí no avisarle a mi familia hasta último momento, quería estar sólo. Eso depende de cada uno, por ahí hay otros que dicen ‘yo quiero a mi mamá, a mi papá, a todos al lado mio’, pero yo no. Esperé hasta la noche a que se confirmara, les avisé, lloré, me saqué la angustia y la ansiedad y al otro día traté de hacer las cosas lo mejor posible».
«Uno llega a esta etapa en la que tiene que pegar el salto de divisiones inferiores a primera y eso a veces te juega una mala pasada por el tema del contrato. Mi situación actual es que, gracias a Dios, estoy con contrato, eso me dá tranquilidad, pero sé que no me tengo que relajar, tengo que seguir para ganarme un lugar» resaltó Maya, consciente de que ya que logró algo importante, pero que no debe bajar los brazos.
En cuanto a las veces que puede estar en su América natal durante el año, dejó en claro que ahora será mucho más difícil poder pasar tiempo con su gente: «Uno cuando es chico sabe que para ‘Semana Santa’, el ‘Día del Padre’ o de la ‘Madre’ se puede venir unos días al pueblo a estar con la familia y amigos. Pero en mi caso, que me toca estar en un plantel profesional es otra cosa; hacía seis meses que no estaba en mi casa. En mi mente estaba que para ‘Semana Santa’ yo venía y sin embargo fue el día de mi debut. Pude venir recién ahora».
Más allá de que hoy el deporte que practica le está dando una gran posibilidad, Federico cuenta que «estoy viviendo en La Plata por un tema que he hablado con mi familia y mi representante. La cuestión es que estoy haciendo el profesorado de educación física y en los tiempos libres le meto estudio. Hoy en día priorizo el fútbol, no puedo ir y ‘quemarme’ la cabeza estando seis horas en la facultad, pero de vez en cuando voy y me sirve para despejarme también».
Entre otras cosas, Maya alentó a los chicos a seguir peleándola: «Uno se siente lastimado al ir, probarse y no quedar. O que en la última prueba te digan ‘estamos buscando otra cosa’. Eso debe alimentarte, tocarte el orgullo para seguir adelante, con ganas de volver a intentarlo, eso es lo que hace diferente a uno», inmediatamente narró su historia: «En mi caso, me sentí muy mal cuando me dejaron libre de Banfield, ahí el apoyo de mi familia cumplió un papel muy importante. Después de hacer las inferiores en Banfield y que me dejaran libre, también tuve el rechazo de parte de otros clubes: en Arsenal y en Gimnasia no me tomaron. Son golpes que hay que afrontar. Ahí se hace muy importante la familia, que siempre me bancó. También tuve el apoyo de un gran amigo como lo es Francisco Del Riego. Gracias a ellos pude seguir, nunca me rendí y hoy en día me toca vivir esto que es muy lindo».
El marcador también marcó algunas diferencias entre el «taladro» y el «halcón»: «En Banfield yo llegaba al vestuario y tenia mi ropa lista para cambiarme, terminaba de entrenar, me cambiaba y me lavaban la ropa. El mismo club me pagaba un departamento. En Defensa y Justicia a veces vos te tenés que llevar tu ropa, no siempre hay agua caliente en las duchas. Es disntinto».
Para cerrar la nota, el defensor mostró que tiene los pies sobre la tierra: «Mi objetivo es ir progresando a paso firme para no saltearme nada. Obvio que me encantaría ganarme un lugar y poder debutar en Primera A. Acá lo primordial es mantener el nivel, la categoría. Soy consciente de que uno está arriba y mañana puede estar allá abajo, como el de abajo puede estar arriba».