El hombre que vistió las camisetas de los 3 clubes de Carlos Tejedor, y que de hecho es uno de los fundadores de Gorra de Cuero, habló en exclusiva con Fútbol del Oeste sobre la historia y el presente de los clásicos de la ya mencionada localidad, analizó la final de ida, palpitó la de vuelta y dejó un mensaje para todos aquellos que estarán presentes el domingo.
Jorge Pérez comenzó jugando en Argentino, donde fue campeón en el año 1995. En el ’98 pasó a Huracán, cuadro en el que se coronó un año después. En el 2003 emigró a Los Once de Colonia Seré y en el 2004 fue uno de los fundadores de Gorra de Cuero, equipo en el que jugó hasta retirarse en el 2012.
Detrás de este ex futbolista que se desempeñó como lateral por ambas bandas y también como marcador central, hay infinitas historias de clásicos tejedorenses que cuenta con entusiasmo porque fue él mismo quien las protagonizó. Lo disputó con Argentino ante Huracán, con Huracán frente a Argentino, y con Gorra de Cuero contra Huracán.
A sus 47 años, retirado hace algunas temporadas de las canchas de primera división y actualmente jugando el campeonato de fútbol senior, dialogó muy amablemente con este medio en la previa de la final de vuelta de la Liguilla que tendrá a Gorra de Cuero y Huracán como protagonistas.
¿Cómo surgió Gorra de Cuero?
En uno de los tantos viajes a Colonia Seré, yendo a jugar para Los Once, empezamos a tener la idea de formar un club nuevo en Carlos Tejedor porque Argentino estaba sin hacer fútbol desde hacía algunos años. Así fue como en el 2004 fuimos los fundadores de Gorra de Cuero junto a los padres de Jorge y Gonzalo Nuñez, de Nicolás Carretero, de Diego Lopardo, y demás. Padres de quienes hoy juegan en la primera división del club, de hecho, Fernando Lopardo, quien hoy es el director técnico, también estuvo entre los que iniciamos esta institución.
¿Por qué Gorra de Cuero?
La historia dice que había un fotógrafo que le decía «los Gorra de Cuero» a los jugadores de un equipo que participaba en un campeonato de Papi Fútbol en la década del ’90, y que de ahí viene el nombre del club.
¿Qué recordás de los primeros clásicos?
Los primeros clásicos eran raros: un club totalmente nuevo jugando contra Huracán. Para nosotros era maravilloso poder jugarlo, era otra cosa, uno daba el doble de sí con tal de ganar esos partidos. Y al principio los resultados nos fueron favorables, eso nos motivaba más todavía.
¿Recordás alguno en particular?
Hay un clásico que siempre recuerdo, el del Apertura 2010. Justo Fernando Lopardo era el director técnico de Gorra de Cuero. Nosotros teníamos 5 chicos que debutaban ese día y Huracán venía de jugar el Federal C con un plantel mucho más fuerte y experimentado.
Fue un partido durísimo, se habló muchísimo adentro de la cancha. Perdíamos 1 – 0 y en el entretiempo habíamos dicho que lo íbamos a empatar sobre la hora, y así fue: en el último minuto lo empató Ezequiel Rocha, de zurda, puso la pelota contra un palo.
¿Si te dan a elegir: Huracán – Argentino o Huracán – Gorra de Cuero?
Me quedo con Gorra de Cuero contra Huracán, son los clásicos que me quedaron grabados. Los viví de una manera especial por ser fundador del club junto a otros amigos. Uno esperaba ese partido, lo quería jugar como sea.
Este clásico es espectacular, se vive diferente por el entorno que rodea a cada club, porque hay muchos chicos que salieron de las inferiores de ambos equipos, y porque el jugador de Gorra de Cuero le dá un valor muy importante a ese partido en particular.
De Huracán contra Argentino fue el que menos jugué. Fui a Huracán en el ’98 y en el ’99 dejó de entrar Argentino, jugué solamente 2 clásicos. De Argentino contra Huracán, siendo más chico y sin darle la dimensión que se merece, jugué muchos más.
¿Estás conforme con el presente de Gorra de Cuero?
Muy conforme. A principio de año no se sabía si Gorra de Cuero iba a entrar o no en la Liga del Oeste por la falta de jugadores y el corto presupuesto que manejaba, y hoy en día está en una final. Hay que estar satisfechos de lo que se ha logrado, sin importar cuál sea el resultado del domingo.
Hoy en día hay muchos chicos que hicieron inferiores en Gorra de Cuero y están jugando en primera, eso es muy lindo. Hay que valorar todo esto, más allá de que uno siempre quiere un poco más.
¿Cómo viste la final de ida?
Huracán tuvo 2 o 3 situaciones claras en el primer tiempo, después se emparejó todo y el partido se hizo muy trabado. Gorra de Cuero estuvo bien parado y presionó mucho, sabía a lo que tenía que jugar.
¿Cómo imaginás el partido de vuelta?
No creo que cambie mucho con respecto a la ida. Va a ser durísimo, es un clásico y una final a la vez. Al menos que haya un gol a los pocos minutos y alguno de los dos tenga que cambiar todo lo planeado previamente, no creo que haya grandes modificaciones.
¿Huracán viene de ser bicampeón de la Liga del Oeste y Gorra de Cuero está en la primera final de su historia, cuál es la diferencia?
Huracán es un equipo histórico, que ha participado la mayoría de los años, y que hace algunas temporadas tiene un equipo muy interesante. Gorra de Cuero es un club joven, que de a poco va dando sus frutos. No es fácil, por eso digo que hay que valorar esto que se ha logrado.
¿Y futbolísticamente?
Huracán tiene jugadores de mucha experiencia, que han jugado a otro nivel, y eso se ve reflejado en los logros que ha conseguido. Gorra de Cuero tiene a chicos que recién han empezado a jugar en primera este año, o que están hace muy poco tiempo.
Más allá de eso, como dije anteriormente, el domingo va a ser un partido muy disputado. Son dos equipos que saben a lo que juegan y que van a dar todo adentro de la cancha porque se enfrentan los dos clubes del pueblo en una final.
¿Por qué decidiste retirarte?
Jugué hasta los 43 años. Me retiré en el 2012, en el clásico que empatamos 1 a 1 en cancha de Huracán. Fue una decisión que tomé por la edad que ya tenía en ese entonces: ‘me retiro antes de que me retiren’. No puedo digerir que me haya retirado, porque me gusta más jugar al fútbol que mirar, por eso los domingos juego en el senior.
¿Tuviste una extensa trayectoria como jugador, el fútbol te dejó muchas amistades?
Muchísimas, y si me pongo a nombrar a todos seguro me olvido de alguno. Puedo decir que soy amigo de René Vicente y de Fernando Lopardo, los directores técnicos de Huracán y Gorra de Cuero respectivamente.
Con René, por ejemplo, antes de los clásicos nos juntábamos a tomar mates, después íbamos a jugar en contra, y cuando terminaba el partido seguíamos charlando.
En el fútbol es fundamental entender que uno tiene que defender lo suyo durante los 90 minutos que dura el partido, pero cuando termina ya está. Es un ambiente chico, en el que nos conocemos todos, y tarde o temprano tenés que volver a verte las caras.
¿Cómo ves la Liga del Oeste en la actualidad?
En este último tiempo se ha emparejado mucho, pero para abajo. Hasta hace unos años había equipos como los de Fútbol Club y «Sport» que marcaban mucha diferencia. Ahora está más parejo todo, pero con menos nivel, aunque hay que destacar que Huracán está un escalón más arriba que los demás.
¿Por último, qué podés decirle a la gente que el domingo se va a acercar hasta la cancha del Club Argentino?
La gente tiene que ir a ver el clásico, disfrutarlo, y hacer que sea una fiesta, independientemente de quien gane. Cada uno tiene que ir a alentar a su club y nada más. El que gane se irá contento y el que pierda se irá enojado porque el resultado no lo favoreció, pero no tiene que pasar de ahí.
