El de José Palomeque es un nombre propio, y bien ganado, dentro de la Liga del Oeste. Durante casi 39 años dedicó su vida a formar personas mediante el fútbol, mayormente en Atlético Rivadavia, donde también se dio el lujo de ser campeón en la máxima división. Tras una extensa y reconocida trayectoria, el entrenador anunció su retiro de la actividad.
Sus primeros pasos fueron en el antiguo fútbol de potrero, en los barrios de América. Él se acercaba, observaba jugadores, anotaba, armaba un listado y luego inscribía a su equipo para participar en los torneos de baby fútbol que se organizaban en la ciudad.
La presentación oficial en un club se dio en el año 1987, en Barrio Norte. Allí estuvo 3 años al mando de la 6ª división y se consagró campeón en todas las temporadas que afrontó.
El 1 de diciembre de 1989 se sumó al cuerpo técnico de las inferiores de Atlético Rivadavia y desde entonces pasaron 36 años. ‘Soy un agradecido a Atlético Rivadavia por la chance que me dio en su momento y por las grandes satisfacciones que he tenido desde mi llegada a la institución’ declaró hace un tiempo atrás, en una nota con Fútbol del Oeste.
Más de 3 décadas y media fueron los que estuvo con el buzo ‘albirrojo’, en diferentes categorías y momentos del club, aportando siempre su granito de arena.
Fue uno de los formadores de Oscar Ustari, Nicolás Figal, Francisco Del Riego, Sebastián Hernández, Facundo Taborda y Federico Maya, además de haber dirigido a Matías ‘Monito’ Vargas y Brian Guille durante su breve paso por la entidad rivadaviense.
En esa misma entrevista con este medio, Palomeque dejó el claro cuál fue su objetivo: ‘Lo más importante de este trabajo es formar personas. No perdemos de vista lo futbolístico y la posibilidad de nutrir a la primera división, pero lo que más nos ocupa es ser parte de la formación de los niños’.
Justamente, también tuvo la oportunidad de dirigir al plantel superior del Club Atlético Rivadavia y de ser campeón en la temporada 2001. Luego regresó a las formativas, el sitio que siempre fue su hogar, y cuando se lo requirió, colaboró con algunos interinatos.
Pasó mucho tiempo… Casi 40 años desde que José Palomeque comenzó a trabajar en el ‘trula’ y luego desembarcó en Atlético Rivadavia. No hay dudas de que dejó una huella, muchas huellas, en cada uno de los jóvenes que tuvo a cargo. Y que marcó una época, no solo en los clubes por los que pasó, sino en toda la Liga del Oeste.