El defensor central de 31 años, quien llegó a Unión Deportiva de Rivadavia para afrontar la temporada 2016, habló con Fútbol del Oeste sobre el inicio del campeonato, analizó el presente que atraviesa el cuadro compuesto entre las localidad de Roosevelt y Fortín Olavarría, confesó cuál es el pedido que les hace el director técnico, y dejó un claro mensaje para aquellos que siguen a este equipo.
¿Cómo lo estás viendo a Unión en el arranque de la temporada?
Somos un equipo en formación, sin dudas. Tenemos ganas de trabajar, contamos con jugadores de buen pie, pero también nos falta experiencia, ajustar algunas piezas y evitar errores que hacen que el planteo inicial tenga que ser modificado durante el trámite del partido.
Hay que destacar el compromiso que tiene el grupo. Me ha tocado jugar en otros equipos donde en épocas de frío empiezan a ser muy pocos los que entrenan. En Unión esto no pasa, siempre somos entre 25 y 30 jugadores por práctica.
¿Qué balance hacés de los partidos jugados hasta aquí?
Hicimos un muy buen partido contra Fútbol Club, que si bien no es el equipo de años anteriores sigue siendo duro, y hasta pudimos haberlo ganado pero nos tocó fallar un penal.
En la segunda fecha tuvimos libre, después tuvimos una gran actuación ante Huracán, los tuvimos contra las cuerdas, pero no pudimos concretar nuestras situaciones y ellos fueron efectivos.
Ante Independiente de América sufrimos un quiebre. Se jugó muy mal y ellos jugaron muy bien. Ahí perdimos 5 – 1 y nos vinimos abajo. Habíamos hablado mucho en la semana, y el domingo siguiente en González Moreno, Independiente abrió el marcador con un gol de otro partido y nos goleó 8 – 0.
Esas derrotas duelen, y mucho, pero seguimos trabajando de la misma manera, y contra «Sport» salió un encuentro que se dividió en dos partes: nos ganaron 4 – 0 el primer tiempo y ganamos 2 – 0 en el segundo. Salimos convencidos de que podíamos revertir la situación y mostramos un buen nivel.
¿Se plantearon algún objetivo antes del inicio?
Nuestro objetivo es clasificar a la Liguilla, si logramos eso tenemos que estar más que satisfechos. Obviamente que uno siempre quiere más, pero hay que ir de a poco, es nuestro primer año en la Liga del Oeste.
¿Qué análisis hacés de lo que se ha disputado hasta el momento del Torneo Apertura?
El desarrollo no me sorprende. Los candidatos, claramente, son Huracán y Atlético, y después habrá equipos que les sacarán puntos, otros que están para mitad de tabla y los que sabíamos que de entrada estábamos para luchar en la zona baja.
¿Los desespera no haber conseguido un triunfo en 6 fechas?
No, no nos desespera el triunfo, lo que nos desesperaba era ver la situación en la que nos encontrábamos porque no podíamos hacer pie dentro de la cancha y ante cualquier eventualidad caíamos en un pozo del que no podíamos salir. Frente al «Sport» pudimos demostrar otra versión y eso nos da más seguridad. Ahora nos tocan Los Once y Atlético, dos rivales durísimos ante los que no podemos regalar nada, por eso confiamos en nosotros, confiamos en lo que tenemos, y
¿Cómo es integrar un equipo compuesto por la unión de dos pueblos como lo son Roosevelt y Fortín Olavarría, en este caso?
Estoy muy contento, se ha formado un grupo muy lindo. A los que vamos de América nos han recibido de una forma súper amistosa, y eso ayuda mucho.
¿Qué les pide el director técnico a la hora de salir a la cancha?
Ante todo nos pide conducta, lo cual es de destacar, porque con resultados adversos como nos ha tocado vivir no hemos tenido expulsados y los rivales nos felicitan por nuestro juego limpio.
Daniel Rodríguez está intentando encontrar el equipo, va probando jugadores en distintos puestos, siempre pensando en encontrar lo mejor de cada uno. En un momento jugamos con un 9 de área, el otro día se modificó el sistema y apostamos a jugar por abajo. Estamos en búsqueda de una identidad, y esperamos que esa búsqueda termine lo antes posible, obviamente.
¿Cómo juega la cabeza en estos casos, teniendo en cuenta que los resultados no acompañan?
La cabeza, lógicamente, juega un rol importante. La experiencia, el carácter del jugador también lo juegan. Ante estas situaciones así, mi reacción es enfrentar el problema y tratar de salir adelante. Habrá otros a los que les será más difícil o que preferirán otro camino.
Entiendo que mi función dentro del grupo es apoyar a los más chicos y dejarles algo, algún mensaje o una enseñanza. Estas cuestiones pasan, porque la derrota es una posibilidad, y por eso hay que trabajar así no suceden tan seguido.
¿Cómo te estás sintiendo dentro de la cancha?
Ante todo, me siento feliz. Siempre fui un jugador responsable, lo cual es mérito de mi mamá, porque a mí no me gustaba entrenar y ella me hacía ir igual, y hoy me doy cuenta de lo importante que es el entrenamiento y trato de inculcárselo a los más chicos.
La verdad es que me sentía un ex jugador. Había dejado de jugar a los 18 años, y volví a Atlético en el 2015 ya con 30 años y por cuestiones personales tuve que abandonar otra vez.
En el 2016 me estaba entrenando sólo, pero sabía que no iba a tener lugar en Atlético, hasta que llegó esta sorpresiva invitación de Daniel Rodríguez para sumarme a Unión y la acepté porque soy consciente de que no me queda mucho como jugador, así que trato de aprovecharlo al máximo.
En cuanto a lo futbolístico estoy lento, pero corro con la ventaja de que conozco mucho el puesto. Rara vez la jugada me agarra mal parado y eso hace que me sea más fácil intervenir en una situación del partido. Tengo mis mañas, por la edad, pero jamás pegué una patada con mala intención ni lo haría. Eso sí: hablo, agarro, hago faltas estratégicas para reorganizarnos, y demás.
¿Qué podés decirle a la gente de Unión?
Al hincha le agradezco profundamente porque dejó las diferencias de lado: no le importa si es de Racing, de Newbery o de Unión de Roosevelt, y va a alentar a Unión Deportiva de Rivadavia. También aprovecho para agradecerle a los integrantes de la comisión directiva porque hacen un esfuerzo muy grande para llevar adelante este proyecto.
Los jugadores no cobramos, estamos acá por las ganas de representar a Roosevelt y Fortín Olavarría, y eso no pasa en todos lados porque se ha perdido el sentido de pertenencia. Vamos a trabajar para mejorar, de eso no hay dudas.
Lamentablemente los resultados no nos han acompañado hasta aquí.
No puedo dejar de lado a mis compañeros, con quien tenemos una excelente relación, tampoco me puedo olvidar de Daniel Rodríguez que me dio la confianza para volver a jugar, a Javier Elena, al ‘profe’, y a todos los que componen este equipo.
