Apenas terminó el partido entre Belgrano – Ferro, la policía reprimó con balas de goma a los simpatizantes «verdolagas» que habían llegado hasta la capital pampeana para ver el duelo entre su equipo y el «tricolor». Hombres, mujeres, niños y personas mayores fueron víctimas de un nefasto operativo.
Habían pasado menos de cinco minutos del pitazo final, cuando los encargados de la seguridad en el Rancho Grande intentaron que la parcialidad visitante abandone rápidamente el reducto situado en el barrio de Villa Alonso tras un intercambio de piedrazos entre las dos hinchadas , y la historia terminó en una repudiable represión.
Algunos hinchas fueron desalojados de las tribunas a fuerza de golpes y empujones, y una vez fuera del estadio comenzó una balacera que hirió a varias personas.
Los más chicos, las mujeres y algunos ancianos que fueron a disfrutar de un espectáculo deportivo, optaron por refugiarse dentro de los colectivos que transportaron a los más de 600 simpatizantes ferrocarrileros, y ahí fue cuando algunos efectivos dispararon contra las ventanillas de los transportes, haciéndolas estallar, aumentando aún más la tensa situación que se vivió durante algunos minutos.
Parece increíble que haya sucedido un hecho de tal magnitud, con tanta violencia, en la que una vez más se ha manchado el deporte por parte de un operativo policial que no estuvo a la altura de las circunstancias en la capital de la provincia de La Pampa. Anteriormente, en el mismo escenario, la «barra» de Belgrano había tenido enfrentamientos con sus pares de Cipolletti y Alvarado.
Foto: Ferro Carril Oeste.
