El fútbol se para. La pelota se manchó y por ese motivo no habrá actividad el fin de semana. ¿Es lo correcto? ¿Será la solución definitiva? Lo cierto es que la Liga del Oeste actuó rápidamente y envió un mensaje contundente.
Podía pasar en cualquier momento, y lamentablemente pasó. Fue el domingo por la tarde, en el encuentro de Sub 21 entre Social de Tres Algarrobos y Social de González Moreno, pero pudo haber sido en cualquier cancha y con cualquier equipo como protagonista.
Se palpaba en el ambiente, esta situación estaba al caer. Lamentablemente era así. Fin de semana tras fin de semana los indicios se repetían tanto en inferiores como en el Fútbol Senior, en Sub 21, en Fútbol Femenino y en primera división.
Claro está que lo sucedido entre los juveniles de los ‘rojos’ y del ‘canario’ superó todos los límites imaginados. De hecho, cuando se hablaba de ‘batalla campal’ era difícil de dimensionar lo ocurrido hasta que las imágenes de los videos capturados en ese momento lo reflejaron.
Aún no se han dado a conocer las sanciones para los protagonistas de ese escandaloso episodio. El Boletín Oficial con las sanciones, que habitualmente se da a conocer los martes, probablemente recién esté listo para el cierre de la semana.
Sin embargo, el martes por la tarde hubo lugar para otro Boletín Oficial, uno que sorprendió a todo el ambiente futbolero. Alrededor de las 17:00 horas se emitió uno en el que la Liga del Oeste repudiaba los acontecimientos ocurridos y en el que dejaba en claro dos cuestiones: ante todo, que no habrá lugar para los violentos y también dando a conocer la medida de que el fin de semana venidero no habrá fútbol en ninguna categoría.
Así fue. La Liga dio un mensaje muy claro: si hay violencia, no hay fútbol.
Obviamente que, como ocurre siempre en estos casos, tras la medida también llegaron algunas preguntas o cuestionamientos: ¿Es la medida correcta? ¿Servirá realmente? ¿Ayudará a cambiar toda esta situación? ¿Por qué tampoco jugarán las inferiores, por ejemplo?
Más allá de si uno está de acuerdo o no con este parate inesperado en medio del calendario, ojalá que la medida sirva para que todos hagan una profunda reflexión desde el lugar que les toca ocupar: dirigentes, integrantes de la Mesa Directiva, árbitros, jugadores, cuerpos técnicos, hinchas, colaboradores… Todos.
Como se menciona anteriormente, los indicios de que algo así podía ocurrir estaban a la vista y no se pudo evitar.
De adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, la tensión fue escalando, fue creciendo, y derivó en lo que pasó el domingo por la tarde.
Será momento de pensar, de analizar, y también de aplicar sanciones que sean realmente ejemplificadoras.
El deseo es que esto sirva para poner paños fríos al asunto, pero sobre todo, para que nunca más vuelva a pasar algo así dentro de una cancha de fútbol y que las familias puedan seguir disfrutando de los espectáculos deportivos que brindan cada una de las categorías sobre los distintos campos de juego.
