Había pasado y volvió a pasar. Se dio en el 2016 y se repitió en el 2017. La organización falló, hubo errores que no se pudieron disimular, y los resultados volvieron a prestarse para la especulación, la duda y la sospecha. Perdió el fútbol.
Nos remontamos al año pasado. En la última fecha de la fase de grupos, Gorra de Cuero y Atlético Rivadavia eran los punteros de una zona. El «albirrojo» tenía mejor diferencia de gol y en la previa era el que se clasificaba.
¿Qué pasó en la jornada final? Gorra de Cuero le ganó 8 – 1 a Independiente de América, y por diferencia de gol el «albirrojo» se quedó sin el pasaje a la llave decisiva.
Es verdad que esa tarde fue especial para los de América, porque en el viaje a Carlos Tejedor había sufrido un infarto Alberto Figueroa, quien en ese entonces era el D.T. del primer equipo.
Más allá de ese episodio, el resultado se prestó para el análisis y Atlético Rivadavia se sintió perjudicado por la escandalosa derrota de su eterno rival que lo dejó fuera de competencia.
Este año se volvieron a dar hechos similares. Social de González Moreno, Independiente de América e Independiente de González Moreno llegaban como líderes de la Zona B con 8 unidades.
En la última fecha el «rojo» recibió al «canario» e Independiente se enfrentó con Gorra de Cuero.
En González Moreno la pelota rodó desde las 16:06, mientras que el partido entre Independiente de América y Social de González Moreno comenzó a las 16:27. ¿Por qué? El árbitro villeguense Gonzalo Clauser manifestó que al no haber un médico presente no iniciaría el encuentro. La curiosidad es que en la Liga del Oeste los médicos y/o ambulancias no son obligatorios, pero este referí que está acostumbrado a dirigir en la Liga así lo solicitó, y desde el «rojo» tuvieron que salir a buscar a un enfermero que tuvo que asistir al partido.
Esa diferencia de minutos en el comienzo ya marcaba un grave error: ambos cotejos deberían haber comenzado en simultáneo para evitar las especulaciones.
Aquí acercamos una solución que ya hemos planteado previamente. Con un veedor en cada cancha se podría haber coordinado para que los encuentros dieran inicio a la vez. Incluso, con el incidente mencionado en América, una comunicación hubiera hecho que se retrasara el otro partido también, hasta que todo estuviera en orden.
Obviamente eso no pasó, y los primeros tiempos tuvieron alrededor de 20 minutos de diferencia. Independiente de González Moreno se fue al entretiempo goleando 4 – 0 a Gorra de Cuero e Independiente de América superaba 2 – 0 a Social.
En el descanso en González Moreno, la ambulancia tuvo que llevar a un jugador de Gorra de Cuero por un duro golpe en la naríz. Entonces, respaldándose en lo que había pasado en la otra cancha, hasta que no regresó la ambulancia no se dio inicio al complemento.
Para la segunda mitad, el reloj solamente tenía 7 minutos de diferencia entre el Anselmo Lobo y el Nuevo Estadio Jardín.
Ya en los minutos finales fue cuando todo se desvirtuó. Independiente de América anotó 4 goles en 4 minutos y terminó goleando 10 – 2 a Social de González Moreno.
En el reducto de Independiente de González Moreno parecía que todo estaba terminado con el 8 – 0, pero el referí adicionó, el partido estuvo demorado porque la ambulancia nuevamente había salido, y tras 22 minutos se reanudaron las acciones. En el tiempo de descuento, el «rojo» anotó 3 goles y logró que la diferencia de goles quedara a su favor.
¿Qué pasó? No lo sabemos. Hubo 23 goles en 2 partidos, hubo tantos polémicos, hubo discusiones y hubo un vencido y un vencedor que se disputaron la clasificación a la final a base de goles hasta el último segundo.
Lo cierto es que una vez más, por fallas en la organización que arrastraron a que luego se volviera polémico lo ocurrido en ambos rectángulos de juego, el fútbol de la Liga del Oeste quedó manchado.
Era el capítulo que le faltaba a esta temporada que aún no se sabe si terminará en 2017 o 2018, pero por ahora habrá que hablar de lo que pasó y de lo que pasará porque por estas horas se rumorea con descargos de algunos clubes ante las autoridades de la Liga.
Después de todo esto, los protagonistas y el público en general se ha manifestado y ha mostrado su indignación a través de las redes sociales. La definición fue polémica, pero mientras no haya cambios verdaderos en la organización seguirá sucediendo lo mismo.
Esto viene de antes, pasó hace varios años, también en un pasado cercano, el año pasado y en este 2017. No es fácil, pero tampoco es imposible controlar dos partidos de fútbol en simultáneo.