Guillermo Correa es hincha del ‘trula’, aunque su pasión por el club de sus amores va más allá de un domingo de cancha. Por esa herencia familiar que se transmite de generación en generación, lleva el amor por los colores en su sangre. Se crió dentro de las instalaciones de Barrio Norte, vistió la camiseta en distintas categorías, ha sido dirigente y colaborador, impulsó una recopilación de fotos de planteles de todos los años, y ahora lidera una interesante propuesta: conseguir, retratar y exhibir la historia de la camiseta de Barrio Norte, que ha tenido distintos colores y diseños.
Texto publicado por Guillermo Correa en Facebook
La historia de nuestra camiseta
‘Existen en la Argentina una infinidad de clubes en ciudades, barrios y pueblos; aquellos que escapan del profesionalismo también lo hacen de los focos y la exposición mediática. Relegados al anonimato masivo, son miles las historias que aún no han sido contadas y solo se mantienen vivas en los recuerdos de algunos pocos. El tiempo será verdugo de ellas, por eso es de suma importancia salvarlas del olvido’.
Hace un tiempo que vengo escribiendo acerca de la historia del Club. Hoy llegó el turno de la camiseta. La idea es mostrarles cómo era ésta desde sus comienzos hasta llegar a la actualidad. Poder ver cómo fueron mutando los diseños y los colores. Para ello, emprendí una minuciosa búsqueda con personas que fueron parte del Trula, para poder subir y compartir fotos, y que aprecien que todavía se conservan tesoros de épocas de antaño.
Fue difícil conseguir indumentaria de los comienzos, ya que generalmente se usaban hasta que se rompían. También, según testimonios de ex jugadores, se terminaba el partido y se devolvían al utilero, y si por esas casualidades te llevabas algo por equivocación, al ratito te golpeaban la puerta de tu casa para buscar lo que se había PEGADO. De todos modos, hay reliquias que les traerán muy lindos recuerdos.
El Club Atlético Barrio Norte, nacido allá por el año 1948, tuvo en sus comienzos al atletismo como su actividad deportiva principal, pero por el empuje de la muchachada del barrio del Molino Harinero logró que el fútbol llegara para no irse jamás. Es difícil entender como un simple objeto en forma circular pueda atraer la atención de tanta gente, y en Barrio Norte nunca se estuvo ajeno a esto.
Mas allá de algún cambio circunstancial, como fue en el ascenso a primera división allá por 1952 o el día de la inauguración de su campo de deportes en 1955, en sus comienzos en el fútbol Barrio Norte usaba camisetas a rayas verticales negras, rojas y blancas. Esos eran sus colores desde su fundación, pero según cuenta la historia, en el año 1954 era necesario un cambio URGENTE de indumentaria ya que había durado mucho tiempo. Es ahí cuando Mario Mirón, un vecino que radicaba en Buenos Aires y era colaborador del Club, hizo una importante donación. Este aporte era un juego de camisetas, también rayadas, pero color verde y blanco. Enseguida se reunió la Comisión Directiva, comandada por su presidente Fernando Lorences y no se tuvo que pensar mucho: se dejó asentado en acta y por decisión unánime se cambiaron los colores de Club. Lo que se argumentó es que desde un principio los socios fundadores querían adoptar esos colores, pero la verdad de todo esto, es que la MISERIA era tan grande, que había que aprovechar bien las donaciones que se conseguían. Fue así como nacieron los colores de Barrio Norte.
Como en todo Club, durante los primeros años, la indumentaria se basaba principalmente en unas camisetas mangas largas, salvo alguna excepción. Los arqueros solían llevar gorras para el sol y, algunos, pantalones largos. Los uniformes se fabricaban de telas de fibras naturales y solían ser muy pesados e incómodos, algunos tenían cordones y/o botones en el cuello. Más adelante empezaron a aparecer las telas sintéticas y los uniformes se volvieron más cómodos y livianos. Ya en los 80 comenzaron a verse las camisetas con auspiciantes en el frente o la parte de la espalda.
Espero que disfruten este trabajo, tanto como disfruto mientras atravieso todo este proceso, y agradezco a todas las personas que de una forma u otra me ayudaron a poder armar esto.